.

domingo, 12 de junio de 2011

él

Él es idiota, él es bipolar, gracioso, cariñoso, infantil, alegre, detallista, especial, quejica, descuidado, borde, imprudente, simpático, dulce, olvidadizo. Tiene manías que no puedo soportar. No he contado las veces que me ha dicho te quiero, pero sé que son muchas. Ve lo bello de la vida en donde nadie más lo puede ver. Siempre está ahí a cada momento, a mi lado. Es la única persona que sabe sacarme de quicio. No me hace falta ser fuerte, él lo es por mí, no permite que llore. Ni el cristal más fino, se asemeja a lo transparente que puede llegar a ser cuando le miro a los ojos. Hizo que mis latidos tuvieran sentido. Por cada lágrima, el tiene preparada una palabra para poder callarlas. Él espera, nunca abandona. Siempre está ahí, en el momento más inesperado y necesario. La primera vez que le conocí, fue cuando me enamoré de él. Aunque no lo admita se preocupa demasiado por todo. Soy orgullosa y cabezota, pero si no es con él, ni él es conmigo, que esos latidos se paren, porque ya no les encontraría sentido alguno. Que otros lo llamen de todas las maneras que existan: enfermedad, raro, precioso, sencillo, complicado, difícil, doloroso, verdadero, lamentable... Todas las personas de este planeta, lo llamarían de cualquier otra forma, pero siguen pasando los días, y sigo sin encontrar la definición exacta de esto, y no hay nada que se pueda definir mejor. Es inútil, intentar que todos los comprendan. Porque nunca fue necesario definir un sentimiento tan pequeño y a la vez tan grande. Solo hace falta sentirlo.
Fragilidad interior, sutil aflicción, una lagrima repentina y el deseo de no hablar. Fluye la noche y esa luna inmóvil parece saberlo todo, aunque no habla. Fluyen los días iluminados por un sol que casi ciega con su perfecta redondez, con su dolorosa distancia, con su molesta permanencia. Un día tras otro. Una noche tras otra.
No temas. No te detengas, baila hasta que se acaben las estrellas, hasta que el alba disuelva el ocaso. Rie conmigo, bromea conmigo, locos de simpatía, de amor por la vida, de fuerza y de fragilidad, de entusiasmo y de deseos. De anhelos ocultos, de sentimientos palpables, de profunda amistad, de valor fingido y de miedo atroz.
Hay algo que nadie puede apartar de mi. Algo de lo que ni siquiera puedo hablar porque no sirve de nada, no se puede ni explicar ni comprender. La falta de amor, perder el amor, el final de un amor, la fuga de un amor. Esto jamas sucedera.
Hay que elegir, decidir, y renunciar. Yo eligo tu amor, decido quedarme tu lado, y renuncio a lo demas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario